Incomprendidos, con pocos amigos y muchos conocidos. Así son los los periodistas que cubren el negocio del espectáculo.

Estos guerreros perfumados cuentan con una pericia lo que han enfrentado en el afán de la búsqueda de la verdad, aunque muchas veces tengan que verse envueltos en el fuego de la polémica.

Esta importante especialidad es denigrada, a pesar de que cumple con los tres objetivos de los comunicadores: educar, informar y entretener.

Como es de todos conocidos, desde hace seis años entró por la puerta grande, a través de DIAaDIA, el periodismo del Corazón, en el que se preguntó sin tapujos las verdades de los artistas y, a su paso, causó escozor y alergias en muchos.

Hoy, ellos nos cuentan de los artistas nacionales e internacionales que le han causado mayor impresión, por su aguda inteligencia o por su infinita ternura.