Los echaron. La señora María Chirú tiene 20 años de residir en uno de los cuartos del caserón 747, ubicado en San Felipe. Ella afirmó que debido al desalojo al que fueron sometidos el jueves, no pudieron bañarse ni comer y sus dos hijas no asistieron a la escuela, pues el uniforme y cuadernos se quedaron dentro de la habitación.

Claudio González, vocero de los residentes, explicó que no tenían conocimiento de que el área era privada y estaba condenada, ya que de ser así ellos hubiesen salido por sus propios medios y los dueños no hubieran tenido necesidad de haber entrado por la fuerza, llevarse artículos personales de ellos y exigirles que para que se los regresaran tenían que pagar B/50.00. González agregó que las nueve familias tuvieron que dormir desde el miércoles en la acera, sin comer y sin bañarse.

Los moradores aseguran que en 1998 ya se había dado una orden de desalojo y que no procedió por falta de pruebas.

Las exigencias de estos afectados es que el gobierno les dé una indemnización o les proporcione una nueva vivienda, ya que las familias tienen más de 20 años de residir en el lugar. Mientras, se mantendrán en el lugar.

El desalojo estuvo a cargo del corregidor de San Felipe, Jairo Morán, junto con una abogada. Ellos llegaron a las 9:00 a.m. del miércoles, pero al no encontrar a nadie regresaron a las 4:00 p.m. y los desalojaron.

DIAaDIA trató de contactar al señor Morán, pero en la Corregiduría informaron que estaba enfermo.

ESPERAN

Ellos esperarán que el gobierno les dé una respuesta, de ser así se quedarán en el lugar.