
Son mujeres muy luchadoras y unidas.
Foto: EVERGTON LEMON
Son mujeres muy luchadoras y unidas.
Foto: EVERGTON LEMON
Son mujeres muy luchadoras y unidas.
Foto: EVERGTON LEMON
Las gorras son del agrado de muchos.
Los suéteres son muy vendidos.
Parte de las bisuterías que venden.
Los guantes para la cocina son un espectáculo.
Son mujeres muy luchadoras y unidas.
Foto: EVERGTON LEMON
Las gorras son del agrado de muchos.
Los suéteres son muy vendidos.
Parte de las bisuterías que venden.
Los guantes para la cocina son un espectáculo.
Son mujeres muy luchadoras y unidas.
Foto: EVERGTON LEMON
Las gorras son del agrado de muchos.
Los suéteres son muy vendidos.
Parte de las bisuterías que venden.
Los guantes para la cocina son un espectáculo.
Son mujeres muy luchadoras y unidas.
Foto: EVERGTON LEMON
Las gorras son del agrado de muchos.
Los suéteres son muy vendidos.
Parte de las bisuterías que venden.
Los guantes para la cocina son un espectáculo.
Son mujeres muy luchadoras y unidas.
Foto: EVERGTON LEMON
Las gorras son del agrado de muchos.
Los suéteres son muy vendidos.
Parte de las bisuterías que venden.
Los guantes para la cocina son un espectáculo.
El arte es lo suyo. Adela Morris, de 63 años, y su hija Rubiela Anderson, de 38, son unas pequeñas empresarias que hacen bellezas con sus manos.
Negocio
Desde hace 10 años tienen un puesto de ventas de mola, carteras, estuches para lentes, gorras, suéteres con toques en mola, bisuterías, cofres de madera y demás artículos en el Casco Antiguo. Allí, cientos de extranjeros se congregan para deleitarse con la belleza de cada trazo de las molas y otros artículos.
Rubiela confiesa que, desde muy pequeña, su madre le enseñó a confeccionar las tan tradicionales molas, y ya con el pasar del tiempo decidieron independizarse y recaudar lo necesario para tener un nuevo puesto de trabajo que le generara ganancias a largo y corto plazo.
De Guna Yala a la ciudad
Morris asegura que pese a su edad, es una mujer fuerte, a quien le encanta hacer molas e innovar sus técnicas. Tiene más de 40 años de residir en la capital, pero es oriunda de la isla de Aligandí ,en la comarca Guna Yala; justamente allá fue donde comenzó a aprender el arte de la confección de tan bellas creaciones.
Rutina
Rubiela, con sus cuatro hijos y Adela viven en Curundú. Todos los días toman un taxi que las traslade al Casco Antiguo para vender sus artículos, llegan a eso de las 8:00 a.m. y culminan a las 5:00 p.m.
Reconocen que hay días buenos en los que tanto nacionales como extranjeros compran, pero hay otros en los que se registran pocas ventas.