¡No es cualquiera! Conocer del folclore panameño no es cosa fácil, se necesita mucho tiempo de preparación y, sobre todo, tenerle amor. Con el ejemplo de su abuela y de su mamá, Homero González le tomó cariño a los sombreros, a los cantos, a las polleras, tanto que decidió entregar su vida a la enseñanza del folclore.
MAESTRO DE CORAZON
Homero tiene una peculiaridad. No sólo enseña folclore, sino que también es maestro. Este caballero tienen 26 años de servicio y todos los ha hecho en un solo plantel: la Escuela José Domingo Espinar. Allí se encarga de dictar las clases del laboratorio de ciencias.
SUS EJEMPLOS
Él creció con el folclore. Cuenta que su abuela Lucía Morales, oriunda de Natá de Los Caballeros, en Coclé, cantaba al son del tambor. Además que su madre, Carmen de González, es una excelente bailadora de típico.
AñOS DE TRABAJO
Desde hace 25 años Homero empezó con esta labor de enseñanza. Primero fue bailador, pero después se metió de lleno en la investigación. Comenta que su ventaja es que sabe cómo enseñar, ya que tiene sabe la metodología y de esa manera es más fácil llegarle a los niños.
CHICOS Y GRANDES
Entre los estudiantes de Homero hay personas mayores, adultos y niños. El Conjunto Crisol de Razas, el Conjunto de la Escuela Federico Escobar, el Conjunto de Jubilados y Pensionados de Panamá y el de Juan Díaz, son los grupos que dirige este hombre, que hace poco recibió una medalla de oro por parte del programa radial Naturaleza. También posee la medalla de oro de los Juegos Florales del año pasado.
Para él este trabajo no es difícil, sólo hace falta un poco de dedicación y vocación.
ESPECIALIDAD
Homero González conoce los bailes de cada región del país como la santeña y la veragüense.
|