Es un hombre trabajador y responsable. Las cosas que hace siempre son pensado en su familia. Desde que quedó sin trabajo hace 4 años, don Joaquín Peñalosa, de 52 años, no se ha dejado vencer y buscó la manera de sobrevivir y mantener a su familia.
Trabaja vendiendo empanadas y chichas. Recorre la ciudad capital hasta donde sus pasos, su cansancio y su perseverancia lo permitan.
Dice que siempre saca algo para llevar la comida y para el pasaje. Este señor vive en Tocumen, desde allá se transporta en bus hasta la ciudad y recoge su carretilla en un estacionamiento, donde la guarda, para luego empezar su faena.
Su esposa y sus dos hijos lo esperan en casa con el dinero que ha logrado sacar para poder comprar la comida.
Tiene unos 4 años en este trabajo. Antes trabajaba en una empresa privada; sin embargo, desde que salió de allí, no había podido encontrar otro trabajo, por lo que optó por empujar su carretilla y vender su chicha de naranja y su empanada.
A este señor no le importa cómo esté el tiempo, lo único en lo que piensa es en poder llevar para su hogar algo de dinero, con lo que pueda mantener a su familia.
Dijo que ha querido llevarse la carretilla para el sector Este, que es donde vive, porque sabe que sería mejor estar más cerca de su casa y gastaría menos en pasaje, pero no ha tenido la oportunidad.
Fotos: Miguel Ángel Cavalli
POCO
Joaquín dice que sólo gana por empanada 10 centavos, pero le sirven para llevar el sustento a su hogar.
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