Siempre juntos. Con amor y la gracia de Dios, han sabido sobrepasar los momentos más difíciles de sus vidas.
Ariadna Madrid se ha convertido en los ojos y el soporte de su pequeño hijo Jesús Lewis, quien padece de hidrocefalia.
Han pasado 9 años desde que nació con esta enfermedad, tiempo que lleva luchando para que no le falten las terapias y verlo ganarle la batalla a la inmovilidad.
Sin embargo, las limitaciones crecen con él, pero lo que más le preocupa a Ariadna es la dificultad que tiene para transportarlo al CRI, donde recibe tratamiento y terapias. Tiene su razón, ellos viven en Tocumen y pagan un taxi hasta las terapias, en avenida La Amistad, esto le cuesta 15 dólares (ida y vuelta).
"Antes lo llevaba en bus, pero está muy pesado y me cuesta mucho", enfatizó.
Sabe que tiene que echar para adelante, porque cuando trabajaba le era difícil llevarlo y su "muñeco", como ella lo llama, retrocedió; cuando antes se levantaba, dejó de hacerlo y las convulsiones se acentuaban.
PASION
Jesús no ve, pero sí escucha, le gusta la música clásica. Necesita algunas comodidades.
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