El día que el deporte en Panamá no tenga algún tipo de problemas, ese día creo que se acaba el mundo.
Cuando no es el Comité Olímpico, es el Béisbol, sino la Natación, y qué decir del Boxeo, el Judo, y si sigo la lista se hace interminable.
En esta ocasión, el turno le tocó (no sé por qué número de veces) al fútbol, con la "sorpresiva" renuncia de Julio César Dely Valdés de seguir al frente de la selección mayor de fútbol de Panamá, a sólo cinco días de un compromiso amistoso con la selección de Perú.
Julio dice que lo irrespetaron, al estar negociando con el tico-brasileño Alexander Guimaraes para que dirigiera la selección de fútbol, cuando él ya había sido ratificado en ese cargo hasta el mes de febrero, cuando culminaría la Copa de Naciones en El Salvador.
Mientras que el presidente de la Federación Panameña de Fútbol (FEPAFUT), Ariel Alvarado, dice lo contrario, que Julio no estaba confirmado como técnico, sino que su función era de manera interina, por lo tanto, no hubo engaño alguno.
No es por defender a nadie, pero recuerdo que en un escrito aparecido en este periódico, de la colega Vielka Cádiz, publicado el 10 de octubre, momentos antes de abordar un avión para Caracas que haría escala en esa ciudad antes de ir para Trinidad y Tobago a un juego amistoso, Alvarado manifestó que a Julio Dely no lo llamarán "técnico" y le quietaran el adjetivo de "interino", que en ese momento ya tenemos un "técnico", sin descartar las posibilidades de contratar un técnico extranjero.
Ahora la FEPAFUT manda un comunicado, en donde hoy harán el anuncio oficial de la contratación de Guimaraes, quien se encargará de la selección absoluta y la Olímpica para las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010 y la Olimpiada de Pekín 2008.
En tal sentido, no le veo la razón a Dely de renunciar, ya que él dirigiría a Panamá en la Copa de Naciones y Guimaraes en la eliminatoria Mundial y el Preolímpico.
¿Sería verdad que Dely iba a estar hasta la Copa de Naciones? ¿Será que lo iban a sacar antes?
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