Como está señora Moza, espero que bien. Mi nombre es Milagros y le escribo porque creo que el único milagro que he tenido en mi vida es mi nombre.
Le digo esto porque mi vida ha sido muy dura y he pasado mucho trabajo. Hace tres años estoy viviendo en este país porque conocí a un chico panameño, de quien me enamoré y con el cual me sentía perfecto, al punto que dejé todo en tierra y me aventuré a seguirlo. Lo que yo no sabía era que él no era un chico sano, a tal punto que estaba metido en porquerías con tráfico de drogas y cayó preso.
Ahora estoy aquí sola y sufriendo con un bebé pequeño, a quien amo más que mi vida sin saber qué hacer. He llegado a pensar que lo mejor es irme a mi país y pedirle a mis padres que me ayuden, pero cuando me fui de mi casa, me dijeron que no volviera jamás, si me decidía por él. Es muy triste lo que estoy pasando, sobre todo, porque las cárceles en Panamá están muy feas y los tratos son pésimos. Aunque te digo la verdad, se merece eso y más, por haberme hecho eso.
Ayúdame, dime qué hacer, porque no quiero seguir sufriendo, sobre todo, después que me han dicho que ha sido condenado a ocho años y que la señora donde trabajo me trata como esclava. Gracias.
REGRESA A TU PATRIA
Hola Milagros, me alegro mucho que me hayas escrito y lamento tanto que estés pasando por una situación tan difícil.
Me pediste un consejo y te lo voy a dar. Me parece que la mejor decisión que podrías tomar es regresar a tu patria, pues allá tienes familia, un hogar, conoces tu tierra y todo será más fácil.
Son demasiados años que ese chico pasará en la cárcel y tú no podrás ayudarlo a él ni a tu hijo porque te será muy difícil. No creo que te merezcas algo así y tu hijo tampoco. Sé que tu familia te entenderá y al final te perdonará por haber tomado la decisión de haber dejado todo por ese chico. De todas formas piénsalo y explícale a ese chico lo que harás para que no diga que eres una ingrata y tampoco actúes como él, ocultando las cosas. De veras te deseo lo mejor, pero sobre todo, que tengas voluntad por tu futuro y el de tu hijo. ¡Suerte!
|