ENTRENOS
¡Moderación!

Elizabeth Muñoz de Lao | DIAaDIA

¡O yo estoy muy vieja, o el mundo se está acabando!

Se preguntarán por qué tanto aspaviento. Bueno, ya los desfiles no son como antes. Y no me refiero a las delegaciones estudiantiles, ni a los uniformes que están usando en estas fiestas patrias. ¡Eso ha estado muy bien!

Me refiero a la "participación" de las jovencitas.

Les explico: Resulta que el pasado 6 de noviembre estuve acompañando a mi hija, que desfilaba con la banda de música del Centro Bilingüe Vista Alegre en Penonomé. Por cierto, esta banda ganó el primer lugar, por lo cual me permito un paréntesis para felicitar a tantos muchachos valiosos, que dieron todo de sí, para que su colegio quedara bien representado. Se me ponía la carne de gallina con cada interpretación, con la garra demostrada, con la entrega de estudiantes y profesores de música, y el apoyo incondicional de los padres de familia, que paso a paso estuvieron con sus hijos cuidando de ellos y enorgulleciéndose de su actuación. Eso fue lindo y merece un caluroso aplauso.

Bueno, vuelvo al tema. Mientras el grupo desfilaba, hubo jovencitas espectadoras, que prácticamente acosaron a los muchachos guapos. Se paraban a su lado para tomarse fotos, les tiraban besos, los piropeaban y, de paso, los ponían nerviosos con sus miradas sugestivas.

Llegó el momento en que hubo que cambiar a los jovencitos de posición. Pero, qué va, las muchachas se las ingeniaban para acercarse a ellos.

No sé si los demás padres de familia se percataron de la situación, pero yo sí, porque como periodista, tengo la manía de observar y de escudriñar.

La verdad es que me causó mucha curiosidad, sobre todo porque siempre acompaño a mis hijos en los desfiles y no había visto esto. Para mí quedó demostrado que las muchachas de hoy ya no sienten las inhibiciones de las de antes. Eso es bueno. Sin embargo, me permito hacerles un llamado de atención: Toda persona valora lo que le cuesta obtener. Si no le cuesta, no lo valora.

Jovencitas, es divertido deleitarse mirando a los muchachos que parecen guapos o interesantes. Pero, es importante que ante ellos se den su valor como mujeres. Mírenlos disimuladamente, gocen su belleza, disfruten investigando quiénes son, pero con moderación, con recato y, especialmente, respetándose a sí mismas.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados