"Buenas, hablo con la trabajadora social". La llamada de una señora pidiendo ayuda para un viejito abandonado y enfermo, estremeció nuestros oídos, ya que con voz entrecortada nos pedía que ayudáramos a Emmanuel, porque tenía años de verlo en la misma esquina, pero ayer: "vi la muerte en sus ojos", dijo la señora. Llegar a viejo y estar abandonado, ¡qué trago más amargo! Mientras algunos adultos mayores están orgullosos de sus canas y festejan en estos días la Semana del Adulto Mayor junto a sus familiares y amigos, hay panameños como Emmanuel Núñez, que a sus 72 años no corren con tal suerte.

Una vez llega la tarde, este "viejecillo" se ubica en los predios de un restaurante, ubicado frente al Estadio Juan Demóstenes Arosemena en Curundú. Allí lo encontramos cabizbajo y pensativo. A su lado tenía un poco de comida que guardó de su almuerzo para cenar, un par de pastillas para aliviar el dolor y la extraña alergia que se ha ensañado en su cuerpo y no ha sido tratada como se merece.

Emmanuel contó a DIAaDIA que hace 15 años vende periódicos, pero a veces el dolor le impide cumplir la labor con la que se gana unos cuantos reales para sobrevivir.

Dijo que tiene dos hijos a los cuales prácticamente ya no reconoce o "tal vez para ellos estoy muerto". Sin embargo, siguió relatando que tiene ganas de trabajar, pero "nadie contrata a un viejo como yo".

Comentó que laboró como bombero permanente y en el antiguo IRHE, pero no logró jubilarse a pesar de que sólo le faltan 5 años de cuotas.

Ha estado deambulando por las calles para no molestar a nadie, pero nos reveló que estaba pensando en acudir a la Alcaldía de Panamá para buscar apoyo de una trabajadora social que le permita mejorar su condición de salud.

MERITORIO

La Semana del Adulto Mayor se establece en el país, mediante Decreto Número 9 del 30 de octubre de 1978.