Marcada por un diablo rojo
La señora María Luisa no tiene quién vele por ella; está sola, pero acompañada de muchas necesidades. (Foto: : Alexander Santamaría / EPASA)

Joyce Baloyes Lobo | DIAaDIA

Las marcas en sus piernas, le recuerdan diariamente el trago amargo de un trágico accidente, que sufrió hace 13 años.

María Luisa Yáñez, de 59 años, narró con tristeza el día en que un "diablo rojo", de la ruta Pedregal-Vía España, le arrebató la posibilidad de tener una vida normal, y lo más preocupante, la movilidad de sus piernas.

Hoy vive sola en una multi de San Joaquín, Pedregal, en medio de las necesidades, las más apremiantes: una andadera y un colchón para su cama.

16 DE ABRIL DE 2003

Marcó su vida. Explicó que abordó un bus para ir hasta la entrada de Pedregal a las 5 de la tarde. Luego, unos maleantes mataron a un menor dentro del colectivo; en medio de la conmoción, la puerta de atrás estaba abierta y el bus la succionó, dejándola debajo de las llantas.

Los gritos de la gente: "se cayó una joven", los podía escuchar, pese a que se había golpeado al caer.

Estuvo hospitalizada un año en el hospital Santo Tomás, donde le realizaron varios implantes para reconstruirle las piernas.

Aunque lo ha superado con los años, no ha podido seguir las terapias por las limitaciones económicas; de haberlas hecho, hoy podría caminar bien.

IRRESPONSABILIDAD

El conductor de bus nunca la visitó, ni la ayudó con los gastos.

"Los conductores no respetan la ley, él andaba con la puerta de atrás abierta y haciendo regata, por eso pasó todo", dijo.

Ella le lavaba a un señor, pero murió. Vive de la caridad del comedor Divino Niño, donde le dan la comida.

CARENCIA

No tiene luz eléctrica desde hace tiempo, el recibo sigue llegando. Debe más de 100 dólares.

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