Comida asegurada

Un plato de comida seguro. Un ambiente de emoción y alegría se vive en el comedor infantil Sopla Dios en Juan Díaz, cuando niños de todas las edades bajan corriendo del bus que los lleva hasta allá a la hora del almuerzo.

Daniela y su hermanita Yohanis corrieron directo al lavamanos, para luego formar su fila a fin de buscar su plato de arroz y pollo guisado con lentejas; se sentaron, y como si fuera una pastilla, acabaron en un dos por tres la comida.

”Qué rica estaba, gracias a Dios”, expresó Yohanis. Mientras, Daniela admitió que muchos días eso es lo único que comen, pues sus padres no tienen suficiente dinero para hacer supermercado. Ellas y los otros niños comían rápidamente como si se les fuera a perder, pues muchos estaban sin desayuno y de seguro, no cenarían.

Los beneficiados viven en áreas como Río Abajo, San Fernando, San Cristóbal, San Joaquín, Juan Díaz, La Illueca, Belén, Tocumen, El Chorrillo, Patio Pinel, y San Miguel.

Idaluz Escudero, de 65 años, quien tiene 10 años de comer allí, hace seis años va con su nieta Karina, pues lamentablemente la plata no alcanza para la comida en casa.

El comedor infantil Sopla Dios se inició hace doce años cuando el reverendo Manuel Ruiz y su esposa Linda de Ruiz vieron que a la iglesia llegaban muchos niños demasiado delgados, y al preguntarles, decían que en su casa no había comida. Viendo la triste realidad, decidieron unir esfuerzos y levantar ese comedor. Anualmente gastan unos $90,000, y tienen un equipo de voluntarios que trabajan con el corazón.