Una niña de ocho fue sorprendida por la furia de la corriente en un río de Divalá, lo que le provocó la muerte, y dejó un saldo funesto a las inundaciones que azotaron esta provincia ayer.

Además, unas 330 personas resultaron damnificadas por las intensas lluvias, según reportó anoche el SINAPROC.

En las fincas independientes, Chiriquí Viejo, Santa Cecilia, Santa Teresa y Baco, hay unas 200 personas afectadas y los organismos de seguridad sacaron a otras 70 que se albergaron en la Iglesia Cuadrangular de Divalá.

Armando Palacios, director regional de SINAPROC, confirmó que están investigando la posible desaparición de un menor en las fincas de Divalá.

En las fincas bananeras de Barú, las personas quedaron atrapadas en sus casas de doble piso de madera, refugiándose con sus animales; mientras que las familias que habitan en las residencias de planta baja, fueron evacuadas a dos furgones que habilitó la empresa cooperativa de Servicios Múltiples de Puerto Armuelles.

Divalá es una de las áreas más golpeadas por las lluvias. Hay entre 180 y 200 personas afectadas, también se registraron inundaciones en San Lorenzo (Barriada Dorado, Chiriquí Viejo, las fincas Santa Cecilia, Santa Librada y San Antonio, todas ubicadas en Divalá).

SINAPROC también reportó daños que causaron los fuertes aguaceros en otras partes del país, como en Colón, Coclé y Veraguas.

CRECERAN

Se prevé que los números de afectados crecerán rápidamente. Hasta las 9: 00 p.m. de ayer, continuaba lloviendo en Chiriquí.