Pequeñas empresarias. Aprender manualidades no sólo ayuda a relajarse, sino también ofrece la opción de crear cosas únicas para vender. Es más, algunos los participantes consideran estos cursos como ayuda en la economía del hogar. Y no hay que ir muy lejos. Recientemente se montó un puesto con varios de los productos creados en los cursos dictados por el INADEH, en la plaza de Villa Lucre.
Elvia Moreno, instructora de artística, explicó que se atienden de 20 a 25 estudiantes por curso. Mencionó que aprovechan los espacios que les den, para mostrar los productos y promover los cursos en las diversas comunidades. Algunos de los cursos son: electricidad, informática, inglés, turismo regional, mercadeo, oficinista y otros.
En estos cursos también se le da oportunidad a personas con discapacidad, como es el caso de Osvaldo Labrador, quien también expuso sus productos.
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