Cada vez es mayor el número de personas que decide acompañar sus vidas con la simpatía de una guacamaya. A primera vista, quedan seducidos por la vivacidad del color de sus plumas y de su inteligencia. Si usted es una de estas personas, preste atención a los cuidados que debe tener con estas aves.

CUIDADOS

Deben protegerse adecuadamente del frío, de la humedad y de las corrientes de aire, sobre todo durante el primer año en casa o en el criadero. No deben tenerse en jaulas estrechas ni encadenarlas, tampoco sobre perchas de una sola barra, ya que tienen la necesidad de efectuar unos pequeños vuelos y de trepar libremente sobre jaulas apropiadas; de lo contrario, pueden convertirse en aves apáticas.

Son animales muy sociables y especialmente inclinados a demostraciones afectivas, ya que resienten mucho la soledad. No son muy sociables con aves de otras especies.

ALIMENTACION

Normalmente se alimentan de semillas de girasol, de trigo, de maíz, de arroz, de avena y semillas de cáñamo; también se les puede dar arroz cocido. Suelen gustarles las legumbres secas como garbanzos y habas en estado natural o reblandecidos con agua caliente o fría. Deben tener siempre un recipiente de agua fresca para apagar su sed, la cual deberá renovarse cada día aunque no parezca sucia.

COMPAñIA HUMANA

Como aves decorativas, las guacamayas son conocidas en todo el mundo y apreciadas por su vistosa belleza y por el alto grado de domesticación que pueden alcanzar, tanto que llegan a encariñarse profundamente con su dueño. Su temperamento es voluble.

HIGIENE

Es muy importante mantener la jaula de nuestras aves limpias, al igual que sus accesorios, así como procurar que nuestra guacamaya realice su propia limpieza. Debe realizar una desinfección general de la jaula para destruir cualquier parásito que sea un peligro de transmisión de enfermedades para nuestras aves.

El local o habitación donde se encuentre la jaula se desinfecta, lavando el suelo con agua a la que se añade un buen antiséptico.