Liberarse de los puntos negros puede ser una tarea más simple de lo que se imagina. Aquí le ofrecemos algunos trucos.
Antes de empezar, humedezca sus dedos con agua caliente para facilitar el trabajo.
En una cacerola, coloque un poco de agua y póngala al fuego hasta que hierva. -Reúna en la cocina los siguientes elementos: un espejo de mano, una toalla y un exfoliante. -Luego, acerque su cara a la cacerola para recibir el vapor que emana de ella. Cubra los costados de su rostro con la toalla para que no se escape el vapor.
Después, aplique la crema de limpieza o exfoliante. El efecto del vapor ablanda las impurezas y permite que se aflojen con más facilidad.
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