¡Pégale, pégale! Gritan los niños a la hora de apalear la piñata, que es vida de la fiesta.

Pero detrás de una piñata de "Winnie Pooh", "Dora, la exploradora" o "Spiderman", se lucen las manos de artesanos que se esfuerzan por hacer la mejor réplica de los verdaderos dibujos animados.

Se trata de un grupo de nueve discapacitados y dos colaboradores del Taller de Piñatas del IPHE, que hacen un promedio de 25 por semana, quienes divierten a la mayor cantidad de niños con piñatas duraderas; de forma que al primer intento, no queden en el suelo.

Abdiel Reyna tiene 29 años de armar los esqueletos y decorar las piñatas, y para él, lo más gratificante es verlas en los cumpleaños infantiles.

Es un fiel testigo de que no hay limitaciones para desarrollar sus habilidades.

Por su parte, Itzel Torres de Sarmiento, directora del Taller, explicó que sus piñatas son más duraderas, los acabados son especiales y se diferencia del resto del mercado.

Hay piñatas desde 10 dólares, y los pedidos se hacen con 24 horas de anticipación.