Quieren un cambio. El corregimiento de Curundú está de fiesta, ayer celebró sus 35 años, en medio de las limitaciones y alejados del desarrollo, pese a que se encuentran en medio de la ciudad capital.
Al llegar, huele a pobreza, a desesperanza y a desmotivación. Sus calles lo demuestran, llenas de basura y de desempleados. Niños que corretean descalzos, sin saber que su futuro es poco prometedor.
Pero las ganas de trabajar no faltan, sin embargo los recursos para realizar proyectos, andan volando.
POCO APOYO
Senén Mosquera, representante del corregimiento, explicó que el desempleo y la carencia de viviendas es lo más apremiante. Sin embargo, dejó claro que no están recibiendo el apoyo que esperaban, "el presidente da las directrices y los ministros hacen lo contrario". Aunque mantuvo conversaciones con el MIVI para realizar proyectos habitaciones, se han inaugurado algunas casas y no se le ha invitado. Ahora está en conversaciones con el MOP para el dragado del río Curundú.
PRONTO
La pintura de los multifamiliares costó 15 mil dólares. Hasta el 2000 la población era de 19, 019 habitantes.
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