El teatro es una gran herramienta educativa para los niños.
Etcétera
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Los niños no deben ser llevados al teatro solamente para que no estén todo el día entregados a la tecnología, sino porque les abre las puertas a la creación, al cuento, y a la historia. Las experiencias del sentido, de la atención, visión, y auditivas aportan una riqueza artística y cultural a los niños.
El teatro se ha convertido en una gran herramienta de aportes invalorables, que de una forma inmediata y amena conecta al niño con el mundo del arte y le abre las puertas de la sensibilidad estética, de la reflexión, de la capacidad de emocionarse, reírse y llorar, de comprender diferentes visiones y realidades de la vida y del mundo; lo ayuda a adquirir nuevos conocimientos y a acrecentar su cultura. Al mismo tiempo, el teatro invita a los niños al pensamiento y a la reflexión, también los atrae a la diversión.
Existen diferentes tipos de obras infantiles. Los cuentos clásicos, las obras musicales, las distintas danzas son algunos de los estilos que ofrece el teatro infantil y seguramente los niños se sentirán más atraídos por una o por otra.
El teatro hace que el niño ejercite su propio pensamiento al esforzarse para entender lo que plantea la obra. La mejor edad para empezar a llevar a los niños al teatro es a partir de los 3 ó 4 años. Al principio, ellos tendrán dificultad para entender lo que se quiere decir en la obra. Cuando son muy pequeños, es recomendable que antes de llegar al teatro, les explique cómo es el teatro, qué obra verán, los actores, y en qué difiere el teatro de la televisión o del cine, por ejemplo.
A medida que van creciendo, los niños se van enterando más. Lo importante es que lleve a su hijo a ver, siempre, una obra que esté acorde con su edad, para así lograr el interés y la atención adecuada.