
Carlos Cuauhtémoc Blanco (México), autor de más de 25 “bestsellers” y jurado del Concurso Nacional de Oratoria 2011 de Cable & Wireless-Caja de Ahorros-MEDUCA, aconsejó a miles de adolescentes de secundaria reunidos en el Teatro Anayansi (ATLAPA), la mañana del lunes de esta semana, que estén siempre abiertos al aprendizaje, que aprendan a acariciar con el alma, que recuerden que somos hortelanos (sembramos y cosechamos según nuestras palabras y acciones) y que cuiden como un gran tesoro el capital mental.
El autor y motivador mexicano explicó que aprender a dar caricias con el alma es aprender a dar elogios, a ver lo bueno que hay en las otras personas.
Puso ejemplos de cómo logró en una ocasión alegrarle el día a una funcionaria de un aeropuerto que parecía amargada o atribulada, tan sólo con unas palabras de aliento y buenos deseos.
Enfatizó que no importa si no conoces a la otra persona, es preferible abordarla positivamente a descalificarla.
También hizo un llamado a los jóvenes para que reflexionen respecto a si forman parte del grupo de personas que causa divisiones o si son de los que propician alianzas.
“Es época de hacer alianzas; tú eres un catalizador de alianzas”, les dijo.
Cuahtémoc Blanco también habló de ancianos con espíritu joven y ancianos de 17 años. Los primeros, pueden tener 70, 80 o más años, pero siempre están ávidos de aprender, vivir, crecer. En cambio, hay jóvenes que se creen que ya lo saben todo, que no necesitan aprender nada más; nada en la vida les asombra, ni les maravilla, ni les motiva a sentirse agradecidos con Dios y con ganas de vivir. Estos son arcaicos, hay que inyectarles entusiasmo, energía, ganas de aprender y de descubrir nuevas cosas.
“Hagamos el bien para que nos vaya bien. Todo en la vida es una semilla. Al final, lo que hagas en la vida se te regresa. Puedes influir en los demás, puedes dejar una semilla de amor”, planteó.
A los jóvenes, que lo escuchaban atentos, en un Teatro Anayansi lleno, los invitó también a ser constantes, a pensar antes de hablar y actuar; a recordar que influimos en los demás (hermanos, padres, amigos, profesores, compañeros de trabajo, la gente con la que nos cruzamos) y ellos en nosotros.
De igual forma, compartió con la juvenil audiencia consejos valiosos, que cuando era adolescente les dio su entrenador a él (a Cuahtémoc Blanco) y a sus compañeros de equipo, a raíz de que empataron en un juego muy importante y estaban cabizbajos: “Dar lo mejor de ti, trabajar en equipo, aprender algo, disfrutar y ganar”.
Motivó a aprender
Asimismo, el escritor motivó a la concurrencia de diversas formas, como cuando le recordó a cada uno que es especial y único.
“Búscale un significado de crecimiento a todo lo que te pasa. Aún lo que no entiendas. Aún lo que te duele tiene un significado de crecimiento. Tu historia, tu pasado te prepara para algo. Aún en tus problemas, aún en tus caídas. Aún en tus tristezas, hay una preparación para algo”, dijo y agregó que, “en tus problemas vas a encontrar tu misión, porque tus problemas te sensibilizan”.
También le pidió a los jóvenes ser más tolerantes y desarrollar la empatía.
Consejos
Cabe decir que el motivador y escritor mexicano también tuvo consejos para los adultos, para los padres de familia. En base a vivencia propia, por andar en su ajetreo cotidiano, no tenía tiempo para escuchar a su hija y un día despertó y descubrió lo maravilloso del diálogo intergeneracional.
Dijo a los muchachos que los adultos, los padres, también son vulnerables, tienen miedo de cometer errores, más de lo que un joven pudiese creer.
Evitar ser como muchos adultos que están tan ocupados con su agenda que se les olvida lo importante, fue otra recomendación del motivador a la muchachada.
“Todo es urgente y no disfrutamos la vida”, dijo.
Perdedor y triunfador
Habló sobre cómo la actitud ante los “fracasos”, las caídas y las experiencias tristes hace la diferencia entre un perdedor y un triunfador.
Explicó que el perdedor se deprime, se queda abatido y se llena de amargura y negativismo. Piensa o lanza expresiones como "qué mala suerte tengo, siempre están contra mí, todo mundo me tiene mala fe...”
El ganador, piensa que quizás hoy no ganó, que le fue mal esta vez, que a lo mejor no hizo las cosas como debía... En conclusión, piensa: “Mientras yo esté vivo sigo en el juego”.
El ganador sabe que “La vida es una carrera de resistencia”, puntualizó.
Cuahtémoc Blanco aconsejó: “Pisa con tus zapatos, con tus pies cada terreno que quieras conquistar. Lograr tus anhelos depende de tu presencia y de pagar un precio muy alto”.