Simplemente inolvidable. La hazaña lograda por nuestra selección mayor de fútbol, sin tener partidos de preparación y fogueos locales, excepto los interescuadras que realizaban entre los propios miembros del elenco, es algo que debe quedar grabado para siempre en la mente de todos y cada uno de los panameños.

Señores, nuestro fútbol nacional está hoy entre los seis mejores del área, y eso gracias a estos jóvenes guerreros, quienes de la mano del técnico José Hernández, su asistente Jorge Amado Núnez y el preparador físico Julio César Toral, lograron la noche del pasado miércoles la tan anhelada e histórica clasificación a la hexagonal final para el Mundial de Alemania 2006.

Después de experimentar muchos sinsabores, nuestros muchachos sacaron sus garras para escribir en letras doradas un nuevo y resplandeciente capítulo de nuestro fútbol criollo.

Nombres como Donaldo González, Luis Moreno, Felipe Baloy, Anthony Torres, Carlos Rivera, Engin Mitre, Alberto Blanco, Julio Medina III, Ricardo Phillips, Roberto Brown, José Luis Garcés, Julio y Jorge Dely Valdés, así como el resto de suplentes Blas Pérez, Luis Henríquez, Jaime Penedo, Ángel Lombardo y Juan Carlos Cubillas deberán quedar impresos de por vida en la historia deportiva del país.

Una vez más, Panamá demuestra que ya dejó de ser la Cenicienta, y eso quedó ratificado este 17 de noviembre de 2004, una fecha que será prohibida olvidar.

Ayer, la historia la escribieron los juveniles Sub-20, hoy los héroes son los integrantes de la escuadra mayor, quienes le regalan otra alegría al pueblo panameño.

¡Mil gracias, Dios mío! y a ustedes chicos, mis más sinceras felicitaciones.