Los doctores no le dieron muchas esperanzas, pero Amir dijo que saldrá adelante. (Foto: Erick Barrios / EPASA)
Viola Guevara Gallimore
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En medio del agua lluvia que entraba a la sala por el portal de la casa, Amir Moisés contó cómo su vida ha cambiado.
El 14 de octubre, a este joven le detectaron, por medio de una resonancia magnética, un tumor llamado Pinealoma (lesión intracerebral en la línea media del cerebro), inmediatamente lo internaron para operarlo. Los doctores le colocaron una válvula que va desde la cabeza hasta el estómago para drenar el tumor y evitar que siga creciendo, ya que no se puede operar.
Para Damarys, la abuela de Amir, todo ha sido difícil, pues "hace un año la empresa donde trabajaba cerró y no tiene empleo". Ella destacó que se levanta con angustia porque no sabe si podrá comprarle a Amir el enema que tiene que ponerse diariamente para drenar el tumor. "La semana pasada estuvo en el hospital, porque como no tuve dinero para comprar el enema y se puso mal", afirmó.
Pese a las condiciones en que vive y al problema que sufre Amir, dijo que tiene fe en Dios que lo sane y que el tumor desaparezca. "Yo estoy agarrado de la mano del Señor", manifestó Amir, de 17 años.
Su única inquietud en estos momentos, es que su abuela no tiene una buena cama para dormir.
NO PUEDO
Amir tuvo que dejar la escuela porque tiene pérdida de la memoria y de la vista.