William Gallas (5) celebra el gol con sus compañeros. (Foto: EFE)
Alonso Solís
| Madrid, España
DIAaDIA
"Hubo robo". Si alguien entrara hoy al Museo de Louvre y robara la Gioconda, cual Código Da Vinci, se quedaría corto al hurto de astucia de un pícaro, pero talentoso, Tierry "Titi" Henry, que ayer hizo lo posible, lo imposible, lo legal y lo ilegal para darle a Francia su pase a la tierra de los diamantes.
Porque Henry, a punta de locura, en el minuto 104, en fuera de juego y con la mano, le da el pase a William Gallas, para que rompa la red y ponga el 1-1 (2-1 en la serie) y clasifique, de esta forma, al equipo que en 1998 tocó el cielo y lloró, tocó el infierno y no se quemó, en las piernas de aquel paladín llamado Zidane.
Y es que el fútbol es como la guerra y como el amor, pero más como el amor, porque se permite de todo con tal de conseguir el objetivo.
Francia pasó al Mundial con trampa, es cierto, pero también es cierto que Irlanda no cerró la victoria y eso a la postre costó, como pasarse en la fiesta, te cuesta la resaca de la vida, esa que no olvidas.
Si es que es condenable, que no es ejemplo, que no dignifica, que no es para los niños, si no para los pillos, pero Francia está en el Mundial e Irlanda no.
Y es que este equipo francés no encuentra una idea clara, no tiene la verticalidad, el desenfreno, la cordura de un aspirante al título, así como van no llegarán lejos. Sólo Corea lo hizo a punta de favores en el 2002, pero esos ejemplos son pocos y pasan más cuando eres local. En el 2010 será otra historia.
MUNDIALES
Esta será la décima tercera participación de Francia en un Mundial de fútbol, su primera vez fue en 1930.