Por algo hay que empezar. Aunque muchas veces se dice que el amor por nuestras tradiciones no se percibe en la juventud ni en la niñez, hay que destacar que en los pasados desfiles de carretas se observó que los padres se prepararon con tiempo y el 10 de noviembre salieron a las calles con sus hijos vestidos de diferentes atuendos típicos.

Pero el amor a Panamá trasciende fronteras. Tal es el caso de la niña Nicole Cabalo, quien reside en Villa Rosario de Capira, pero es de origen colombiano. Ella, según explicaron sus tíos, quiso vestirse con un traje típico y tembleques para ser "como panameña".

Pero en fin, a lo largo de la ruta del desfile del 10 de noviembre en Capira hubo otras manifestaciones que dejaron entrever que al menos hay en la niñez un semillero de cosas buenas, y que las tradiciones de la campiña aún se mantendrán a flote pese a las incursiones foráneas.