
En su inocencia, los niños se bañan en el río, pues no cuentan con agua potable.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
En su inocencia, los niños se bañan en el río, pues no cuentan con agua potable.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
En su inocencia, los niños se bañan en el río, pues no cuentan con agua potable.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La contaminación de los ríos es evidente.
En su inocencia, los niños se bañan en el río, pues no cuentan con agua potable.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La contaminación de los ríos es evidente.
En su inocencia, los niños se bañan en el río, pues no cuentan con agua potable.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La contaminación de los ríos es evidente.
En su inocencia, los niños se bañan en el río, pues no cuentan con agua potable.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La contaminación de los ríos es evidente.
En su inocencia, los niños se bañan en el río, pues no cuentan con agua potable.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
La contaminación de los ríos es evidente.
El agua es uno de los recursos más importantes en el mundo, ya que cubre tres partes de la superficie de la tierra, es decir, el 70%. La mitad del 1% de toda el agua en la tierra es agua dulce servible. Pero “la contaminación del agua es uno de los principales problemas ambientales de Panamá”, manifestó Silvano Vergara, director de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), quien anteriormente se desempeñaba como director de la Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas.
En las últimas décadas se ha observado cómo el depósito de basura y desechos en los principales afluentes, está creciendo, provocando una crisis de deterioro en los ríos, lagos y quebradas, y amenazando la calidad del vital líquido para las futuras generaciones.
El ingeniero Martín Donderis, catedrático de la Universidad Tecnológica de Panamá, explicó que todavía en Panamá se puede decir que la calidad del agua es buena, debido a que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) está generando plantas potabilizadoras a lo largo de la República; sin embargo, esto no es suficiente, pues mientras que muchos la malgastan y aún no toman conciencia de su importancia, otros, como los de Kuna Nega, la aprecian y solo piden algún día tenerla potable.