Todo se realizó ayer en la iglesia Fuente de Vida, donde las lágrimas no faltaron en los presentes, pues la palabra de Dios que enviaron mediante sus canciones calaron en lo más profundo.
Vicent Porter, uno de los reclusos a quien le faltan seis años para cumplir su condena, le da gracias a Dios por tocar su vida y por perdonarlo. Él cree que todos merecen una oportunidad de cambio.”Cuando salga de aquí no vacilaré en llevar amor y la palabra de Dios a cada rincón del país”, aseguró.