Una vez más quedó demostrado que las leyes en nuestro país se hacen para incumplirlas.
No puedo entender, y mucho menos concebir, que durante meses nuestros flamantes diputados se pasen horas, días y meses perdiendo el tiempo discutiendo y aprobando leyes que después no se van a cumplir.
Ayer en la tarde, el estadio Rommel Fernández no sólo fue escenario del partido amistoso entre las selecciones de Panamá y Perú, sino también el de una verdadera competencia entre adictos al cigarrillo y los conocidos puros, que en sentido figurado se enfrentaban por demostrar quién fumaba más.
Lo curioso del caso es que, frente a toda esta amalgama de inconscientes fumadores, se encontraban algunas unidades de la Policía Nacional, paradas como momia, que no hacían nada por impedir que estos ciudadanos continuaran con su dañina práctica.
¿Acaso ellos no tienen autoridad para llamar la atención y solicitar respeto por el resto de los ciudadanos? O es que en lugar de estar ejerciendo su función, se entretienen observando todo, menos lo que deben.
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