Bien difícil la tiene el técnico de la selección de Panamá, el brasileño nacionalizado costarricense, Alexandre Guimaraes, por la situación que se le presenta con respecto al repechaje que tiene que jugar contra la Sub-23 de Costa Rica.

Por un lado está el hecho de que, además de que "Guima" dirigió y jugó mundiales vistiendo la camiseta tica, juega su hijo Celso Borges. Por el otro quedará la duda en el aire, dependiendo del resultado que se dé.

De quedar eliminado Costa Rica, de seguro que no quedará muy bien parado ante sus compatriotas, de cortarles las esperanzas de estar en las Olimpiadas de Pekín 2008.

Si se da la otra versión, en la que Panamá fuese eliminada, seguramente quedará la disconformidad de los panameños, y hasta se llegará a pensar que "Guima" no debía de haber sido el técnico de la selección. Otros irían más allá, pidiendo que sea reemplazado, para que esa situación no se repita con el seleccionado Mayor durante las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010.

Lo cierto es que estas son cosas del destino, y es una casualidad que Panamá tenga que enfrentarse a Costa Rica. Como dice mi tía Severina: "La suerte es loca y a cualquiera le toca".