Su fe en Dios lo curó. Rolando De La Cruz es un humilde panameño que no dejó que un accidente le quitara las ganas de salir adelante.

Antes de ser pintor, él se dedicaba a realizar trabajos como cantinero en distintos hoteles. Pero su profesión se vio truncada cuando un día, que se encontraba en El Higo de San Carlos, lugar de donde es oriundo, un carro lo atropelló y provocó que quedara inconsciente por siete días, y nueve enyesado por afectaciones en la columna.

CON LA AYUDA DE DIOS...

Rolando fue pensionado, y estuvo cuatro meses sin poder caminar, pero afirma que "entré en oración con Dios, Él me levantó de la cama y me puso a hacer esto", refiriéndose a su iniciación como pintor.

Jamás imaginó que se dedicaría a la pintura, pues como él mismo dice, sólo llegó hasta sexto grado y en la escuela el dibujo jamás fue su fuerte.

"Yo no quería ser una carga para mi familia, un día me levanté, agarré un lápiz, y lo que veía difícil se me hizo fácil, pues la ayuda de Dios me guio".

SU INSPIRACION

Desde hace siete años, De La Cruz es pintor y "gracias a Dios me ha ido bien", dijo con evidente satisfacción. Aunque no es un gran negocio, le sirve para entretenerse y ayudarse económicamente, además de que no requiere de mucho esfuerzo por su salud.

"Para hacer las pinturas, me gusta buscar fotos del Panamá de ayer, más que las modernas", sentenció.

NO DECAIGAN

"Si a alguien le pasa algo similar a lo que me ocurrió, les digo que no se desesperen, miren hacia arriba que algo bueno les caerá. No pierdan la fe en Dios, crean, y como dice una frase que leí en un libro: Detrás de cada decepción y fracaso, siempre hay un punto de partida", concluyó.

ENCUENTRELO

Su lugar de venta es el parque Bolívar en San Felipe. El valor de los cuadros oscila entre los B/.4.00 y B/.5.00.