Javier Aguirre, nuevo técnico del Real Zaragoza, dijo ayer que sus hijos echaban de menos ver a su padre gritando en un campo de fútbol y añadió que asumir la dirección técnico del cuadro aragonés "es un premio, no un castigo".
El entrenador mexicano afirmó en la web oficial de la Liga BBVA, que "tanto el Real Madrid como el FC Barcelona han exagerado su fortaleza en los últimos años, pero el campeonato está igualado por ahí abajo donde ocho o diez equipos nos llevamos uno o dos partidos", subrayó Javier Aguirre.
"Mi misión es salvar al equipo, es algo tangible, viable, nos toca esperar", explicó Aguirre.