Optimista

A pesar de ser no vidente, el señor César Vega no se ha dejado vencer por los obstáculos de la vida, e incluso dejó a un lado el analfabetismo y aprendió a leer y escribir. Él, junto a un grupo de personas, celebró ayer el 49 aniversario del Centro de Rehabilitación Integral Andrés Cristóbal Toro, donde más de 5 mil personas no videntes han aprendido a tener una vida normal y a desarrollar sus capacidades para desenvolverse en la sociedad.

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