
Los niños no escapan a esta realidad, de allí que es una causa frecuente de consulta al pediatra. Se estima que afecta del 1.5% al 7.5% de la población en edad escolar.
La constipación o estreñimiento es la frecuencia disminuida de la defecación o la producción de heces secas o endurecidas, acompañadas de dolor.
La frecuencia de las evacuaciones varía según la edad. Durante el primer mes de vida es normal que el bebé tenga un reflejo gastrocólico aumentado. De allí que sus evacuaciones sean suaves y frecuentes.
A partir del mes de vida, las evacuaciones se tornan más oscuras y consistentes por cambios en la flora intestinal. El niño pasa por una etapa transicional de regulación de su patrón de la evacuación.
Lo ideal en los primeros seis meses de vida es promover la lactancia materna exclusiva , entre otras cosas para disminuir la incidencia de estreñimiento.
Medidas
Si el niño presenta estreñimiento crónico, refractario a las medidas generales, debe ser referido al gastroenterólogo
El especialista lo evaluará y completará estudios, de manera que sea manejado en conjunto.
En algunos casos, también amerita evaluación psicológica.
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Cuando sigue las indicaciones y el niño no mejora
Se considera que la frecuencia de evacuaciones normal varía desde dos deposiciones al día a tres deposiciones semanales. Por lo tanto, uno de los criterios para considerar a un niño como estreñido es cuando presenta una frecuencia de evacuaciones menor a tres veces a la semana. Es importante reconocer que cada niño tiene su propio patrón de evacuación.
Se deben fomentar buenos hábitos de la alimentación, haciendo énfasis en una adecuada hidratación (agua) y la práctica de actividad física, como medidas para prevenir y tratar el estreñimiento.
Tan pronto inicia la ablactación (introducción de alimentos diferentes a la leche), se debe ofrecer, frutas, verduras y más adelante fibras, dependiendo de la edad del niño y siguiendo siempre las recomendaciones del pediatra.
Si el problema persiste, se debe consultar al pediatra, ya que pueden existir otras causas de estreñimiento como problemas intestinales, fisuras, fístulas, estenosis, intolerancia a las leches o asociación con la ingesta de ciertos medicamentos.
En bebés pequeños podemos dar masajes suaves en el abdomen y ejercicios que incluyen la flexión de las piernas para favorecer la salida de las heces.
Recomendaciones generales
Fomente la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida.
Hidrate adecuadamente al niño, aumentando la ingesta de agua, sobre todo en época seca.
Ofrezca frutas, vegetales y alimentos ricos en fibra.
No ofreczca cantidades exageradas de leche en niños mayores del año (no más de tres vasos al día).
No recurra a los laxantes, sin la prescripción del pediatra.