En nuestros días se ven niñas que a sus 9 años ya han logrado alcanzar desarrollarse biológicamente y aparentan más edad.
Hay madres que se inclinan por vestirlas como si ya fueran señoritas y le hablan como tales, pero se olvidan que el desarrollo psicológico corresponde al de una niña. Puede que biológicamente esté iniciando su desarrollo, pero ¿está la niña preparada psicológicamente para los cambios hormonales y físicos que va a tener?
Es recomendable que a las niñas se les hable sobre todos los procesos del desarrollo por el que las mujeres pasan, desde que nacen hasta que mueren y que las niñas reconozcan en qué etapa se encuentran. Hablarles con un lenguaje claro y preciso ayuda a proporcionarles la seguridad frente a lo que tienen que enfrentar. No expongamos a nuestras niñas a un mundo que aún no les corresponde. El desarrollo psicológico y físico debe ir a la par.
La necesidad laboral de los padres los lleva a reducir el tiempo de calidad que pasan con sus hijas, en este caso, pero hay que tener claro que son ellos los responsables de la educación no formal de sus hijas.
Ya no se cuenta con el mismo ambiente familiar de hace unas décadas. Y de la misma forma ha cambiado la perspectiva de los sujetos que están en vía de desarrollo. Oriéntelas.
No exponga a sus niñas, preadolescentes y adolescentes a un mundo de alcohol y drogas.
Causas de esa actitud
Principalmente, la falta de orientación por parte de una figura femenina que sirva de ejemplo. Por lo que le recomiendo que tome su tiempo para sentarse y hablar con su hija de una manera sencilla y clara, una vez llegue al proceso de desarrollo. Es importante aclararles a las niñas chicas las actividades que pueden ejecutar ahora y las que podrán ejecutar cuando estén “más grandecitas”.
En adolescentes
Si ya son adolescentes o preadolescentes, lo mejor es hablar con ellas de manera segura y abierta, no ser prohibitivos, ni punitivos. Lograr el diálogo también incluye hacer contratos, llegar a acuerdos y explicarles de una manera sencilla nuestro punto de vista. Muchas veces, ellas son aconsejadas por personas que no tienen precisamente una intensión buena hacia ellas o buscan apoyo en grupos de personas que le brindan un mundo de placer pasajero.