Tragedia familiar


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La hija de Esteban (en la hamaca) no para de llorar.

Foto: MILERICK ALVENDAS

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    La hija de Esteban (en la hamaca) no para de llorar.

    Foto: MILERICK ALVENDAS

  • Tragedia familiar

    A Griselda le preocupa el destino de su familia.

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    Foto: MILERICK ALVENDAS

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    A Griselda le preocupa el destino de su familia.

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    La hija de Esteban (en la hamaca) no para de llorar.

    Foto: MILERICK ALVENDAS

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    A Griselda le preocupa el destino de su familia.

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    La hija de Esteban (en la hamaca) no para de llorar.

    Foto: MILERICK ALVENDAS

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    A Griselda le preocupa el destino de su familia.

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    A Griselda le preocupa el destino de su familia.

Milerick Alvendas/ Panamá Oeste - DIAaDIA

La ingesta descontrolada de bebidas alcohólicas y la intolerancia fueron el detonante para que un joven asesinara a su propio hermano y a la vez hiriera a un primo en medio de una riña familiar.

Todo se dio cerca de las 8:00 p.m. del domingo, dentro de una humilde vivienda ubicada en calle 15, de la barriada Revolución en Barrio Balboa de La Chorrera.

Versiones de la Policía Nacional y confirmadas por la esposa de uno de los involucrados, apuntan a que la pelea se inició cuando Benjamín Palacios, de 19 años, (quien vive en San Miguelito) dijo algo ofensivo en contra de una de las mujeres que estaba en el lugar. Esto no le agradó a su primo Marciano Jiménez, de 25 años, quien comenzó una fuerte discusión con él y a pesar de que Esteban Palacios, hermano de Benjamín, pedía que se calmaran, salieron a relucir trompadas y patadas entre los tres.

En eso, las mujeres de Marciano y Esteban se encerraron con ellos en la casa para no ser agredidos y dejaron a Benjamín por fuera, quien furioso consiguió un mazo y vociferando improperios y a punta de golpes derribó la puerta, golpeando a Esteban en la cabeza, quien aunque salió a pedir ayuda, cayó en una cuneta.

Mientras que Marciano para defenderse de los mazazos que le daba Benjamín, tomó un cuchillo y lo cortó en el rostro y en la tetilla. Aún así, recibió una cortada en el cachete.

Cerca de la medianoche, luego de que los vecinos llamaran incesantemente a la Policía Nacional y al centro de emergencias del 911, los heridos fueron llevados al hospital Nicolás A. Solano de La Chorrera, donde a las 4:00 de la mañana de ayer murió Esteban, producto de los golpes recibidos en la cabeza.

Marciano y Benjamín aún permanecen recluidos en el hospital, de donde al salir, deberán responder ante la justicia.

Griselda Ábrego, esposa de la víctima, aseguró que no tiene dinero para llevárselo a la provincia de Bocas del Toro, donde está el resto de la familia. Dijo que Esteban laboraba con una de las empresas piñeras de La Chorrera y era el sustento del hogar.

 
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