Trabaja de sol a sol
Reinel Antonio Blandón.

Denise Lara | DIAaDIA

Ni la nacionalidad ni el país donde uno se encuentre importan, siempre que se tenga el empeño de salir adelante. Eso descubrió Reinel Antonio Blandón, un colombiano que llegó a Panamá hace siete años, sin dinero, pero con la ilusión de poder traer a su familia.

Con una amplia sonrisa y un saludo de buenos días, Reinel recibe a los clientes que se acercan a su moto a comprarse el desayuno, ya sea una empanada, un chorizo, una hamburguesa o un emparedado, claro, con la infaltable chicha o chicheme.

Pero mantener esa sonrisa amable no ha sido tan sencillo para este hombre, quien arribó a nuestro país sin dinero, pero con muchas ganas de trabajar. Su primer empleo fue de lavador de autos. Para ganar más, trabajaba dos turnos, pero decidió empezar a vender chichas, por lo que dejó un turno del lava autos. En ese trajín, Reinel sólo dormía tres horas, pues trabajaba de diez de la noche a seis de la mañana en el lava autos, y apenas salía de allí se iba a vender chichas en una bicicleta alquilada, por lo que cayó enfermo.

Reinel se decidió a vender sólo chichas. Poco a poco fue surgiendo, y con el poco dinero que recogía iba saliendo de algunas deudas. Finalmente, pudo traer a su mujer e hijos a nuestro país.

Ahora Reinel anda en su propia moto y lo que gana le es suficiente para vivir dignamente. En un futuro, Reinel desea tener su propio negocio, "aunque sé que es difícil por ser extranjero", afirmó. Este colombiano se siente muy agradecido con Panamá, "me ha ido bien, no me puedo quejar; la gente me decía que en Panamá la gente era muy mala clase, pero a mí me han tratado bien".

"Creo que a uno lo tratan conforme uno trate a las personas", aclaró.

MADRUGA

Él y su esposa se despiertan desde las tres de la mañana para preparar hamburguesas, emparedados y freír las alitas, para luego él partir a vender.

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