El cuento de Ñato
Todos dicen que el personaje de Ñato Califa estuvo igualito.

Yodalis Bethancourt | DIAaDIA

Todos en La Chorrera sabían que el viernes, "Hecho en Panamá" filmaría "La cumbia del pueblo", como cierre de la vida de Ñato y Chía, que desde hace días tenía a todos alborotados preguntando: ¿Cuándo va a salir?

Como atraídos por un imán, poco a poco fueron llegando. Se aproximaron niños, jóvenes y los personajes legendarios de la cumbia chorrerana: Biteco, Fide, La Fula, sólo faltó "La vioneta", que al igual que el día de la tragedia no pudo llegar.

No hubo mucho que ensayar. La música empezó a sonar y cada uno fue agarrando su pareja. Empezó la bailadera debajo del árbol de calabazo, que el día que sus amigos partieron también vistió de luto. Fue muy impresionante. Unos bailaban con sus velas encendidas, como se hacía antes; otros tarareaban la cumbia; varios observaban con algo de melancolía, pero también hubo quienes lloraban. Tal es el caso de doña Tona, la esposa de Califa, que desde que su esposo murió no había vuelto a ver una cumbia.

"JULIA, JULIA, PELA LA YUCA

Julia, Julia, pela el otó, que el ñame no se ablandó", cantaban "Chelita" y "Jovani", tratando de imitar la voz de la insuperable cantante, Chía, su madre. Los actores danzaban a su alrededor, emocionados de ser parte de esta triste historia.

LA PARTE TRAGICA

"Hemos terminado, gracias a todos por su participación", dijo el director a través del micrófono, y enseguida todos volvieron a la realidad. Ñato y Chía ya no estaban.

Pero esto no acababa allí. Ahora venía la parte más difícil y triste que todos temían: el momento de la tragedia. Para "Chelita", como cariñosamente se le conoce a Gisel Hernández, la hija de Chía, fue una impresión muy fuerte tener que revivir en carne propia los momentos de angustia que vivió su madre aquel viernes 13.

Llorando aún, cuenta: "Eso fue algo tan fuerte, que cuando el carro frenó, creo que sentí lo mismo que sintió mi mamá al momento del accidente". La escena fue tan impactante, que luego de terminar "Chelita" rompió en llanto y el silencio se apoderó de los actores, que no dijeron una sola palabra en todo el regreso. ¡Tienen que verlo!

Para Bernarda de Isaacs, la esposa de Ñato, tampoco fue fácil revivir recuerdos junto a su compañero. "Yo no sé si soporte ver eso el sábado, pero la cumbia me gustó, porque desde que él murió no soporto oír la cumbia; pero ese día me animé a irlo a ver", dijo llorando la viuda. "Yo estoy satisfecha de que Hecho en Panamá haya realizado esto, porque eso yo nunca me lo esperé", comentó.

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