
Con la costura ha sacado adelante toda su familia.Fotos:ROBERTO BARRIOS
Con la costura ha sacado adelante toda su familia.Fotos:ROBERTO BARRIOS
Con la costura ha sacado adelante toda su familia.Fotos:ROBERTO BARRIOS
Con mucho entusiasmo hace su trabajo.
Las tijeras son parte de sus herramientas.
Es un ciudadano ejemplar.
Muchos solicitan sus servicios.
Con la costura ha sacado adelante toda su familia.Fotos:ROBERTO BARRIOS
Con mucho entusiasmo hace su trabajo.
Las tijeras son parte de sus herramientas.
Es un ciudadano ejemplar.
Muchos solicitan sus servicios.
Con la costura ha sacado adelante toda su familia.Fotos:ROBERTO BARRIOS
Con mucho entusiasmo hace su trabajo.
Las tijeras son parte de sus herramientas.
Es un ciudadano ejemplar.
Muchos solicitan sus servicios.
Con la costura ha sacado adelante toda su familia.Fotos:ROBERTO BARRIOS
Con mucho entusiasmo hace su trabajo.
Las tijeras son parte de sus herramientas.
Es un ciudadano ejemplar.
Muchos solicitan sus servicios.
Con la costura ha sacado adelante toda su familia.Fotos:ROBERTO BARRIOS
Con mucho entusiasmo hace su trabajo.
Las tijeras son parte de sus herramientas.
Es un ciudadano ejemplar.
Muchos solicitan sus servicios.
Él fue el único que siguió este legado familiar, a parte de que en la actualidad ha enseñado a alrededor de 17 jóvenes este oficio, aunque muchos no han seguido debido a que es un poco agotador.
No estudio para coser
Según el señor David él es un profesional empírico porque nunca fue a una escuela a estudiar, solo observaba a los demás coser y de esa manera fue aprendiendo hasta que llegó un primo que le dio “datitos” para perfeccionar su trabajo.
La sastrería ya no paga
Cuenta el señor Guerra que este oficio ha desmejorado casi en un 60% ya que ahora las personas prefieren comprar la ropa hecha antes de mandarla a hacer debido a que existe un mercado de oferta y demanda en el que un pantalón “jeans” ya lo puedes encontrar en 5 dólares y lo que antes producía un poco más de dinero era las reparaciones de ropa, que ya casi no se realizan.
Ha sacado adelante a sus siete hijos
Para él lo más importante es que sus hijos estudien y obtengan un título universitario. Actualmente están trabajando y saben defenderse en esta vida de manera honrada.
El señor Guerra inicia sus labores a las 9 de la mañana y termina dependiendo de los trabajos que tenga que hacer. A este sastre lo podemos encontrar en su pequeño taller de costura cercano al puente de San Miguelito, en donde junto a su señora atienden lo que el público desea que le reparen o hagan.
Para este humilde panameño no hay trabajo que denigre a nadie; todo lo contrario, exhorta a la juventud a que se dirija siempre por los caminos del bien, que eso es lo más bonito que hay en la vida: ser honrados.