"Creo que todo lo relacionado a eso de las telefonías trae enfermedades. El pueblo quiere costos más bajos" . (F. Martínez)
Didier H. Gil
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Para nadie es un secreto las constantes manifestaciones en contra de la instalación de antenas de telefonía celular. Su temor radica en las posibles afectaciones a la salud. Este efecto ocasionado da la impresión de un campo minado en este terruño. Y mientras esta lucha se da, otros consideran que se está dilatando el proceso para tener competitividad entre las empresas y hasta minutos más baratos.
Pedro Acosta, presidente de la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de Panamá (UNCUREPA), expresó que parece sospechoso que hace siete años cuando las empresas de telefonía ya existentes instalaban sus antenas, no existía alarma como ahora.
Manifestó que si se va a regular la instalación de las antenas, desde el punto de vista de la salud, se debe tomar en cuenta las que van a entrar al mercado y las existentes. Pidió a las autoridades estudiar a las poblaciones que viven cerca de las antenas ya instaladas para ver qué ha ocurrido.
Otras de las cosas que criticó el presidente de UNCUREPA es que "en Panamá somos dados a tener subregistros médicos, nadie hace estadísticas o estudios, cuando ya se posee la capacidad para hacerlos".
Acosta reiteró que con la entra de dos nuevos operadores habrá más competencia y se obligara a los actuales a ofrecer mejores precios y servicios. No obstante, con las protestas no sólo se retrasa la entrada de nuevos operadores, sino la competencia en el mercado y con ello, no desaparece un servicio más costoso para los consumidores.