Ya es público que no tengo compasión cuando analizo lo que sale en televisión porque esta es mi tribuna y desde aquí no dejaré de aspirar y exigir a que, como audiencia, se nos ofrezca calidad.
El viernes, para sorpresa mía, se transmitió en directo la primera entrega de los 'Cable Onda Sport Awards", una especie de entrega de Oscares a lo mejor del deporte nacional producido y organizado por esta pantalla.
Yo quedé impresionado por muchas cosas. Primero, que fue notable que este show no contó con un gran presupuesto para una escenografía que nos dejara con la boca abierta y mucho menos dijera que era un evento deportivo. Igual pasó con la producción gráfica que, si bien es cierto era sobria, no tenía, a los ojos, relación con el deporte porque más parecía para un Señorita Panamá que para una entrega de premios a lo mejor del deporte. En otras palabras, no hubo una uniformidad de producción visual entre el concepto del show y lo que se estaba premiando.
También hubo ausencia de buena promoción por parte de mercadeo de Medcom para hacer de este concepto la mejor entrega de premios del año, porque se lo merecía. Sí, no lo pueden negar, hubo 'micro' problemas de producción imperceptibles a la audiencia, pero sí para lo que sabemos de producción televisiva, pero el programa fue novedoso, tuvo hilo conductor, buen ritmo y secuencia que hicieron que al aire no se vieran.
Pero más allá de lo visual y de las micro fallas técnicas que tiene todo show en directo, yo tengo que resaltar, rescatar y aplaudir el proyecto como show televisivo, porque fue maravilloso. Esta pantalla hizo lo que hace muchos años se dejó de hacer en televisión: ser cortés con la competencia. Cable Onda Sport demostró dentro de su propia pantalla que este era un show para resaltar el deporte nacional y no a una marca de televisión.
Los señores de Cable Onda Sport tuvieron la sapiencia y elegancia de invitar como co-presentadores a importantes talentos de su competencia, TVMax. Tuvieron, en un gesto realmente profesional, la caballerosidad de invitar a David Salayandía y a Roberto Rivera a ser parte de un evento de Medcom. Involucraron a otros talentos de Medcom como presentadores de las nominaciones.
Fueron visionarios e invitaron como jurados a miembros de la prensa nacional y especialistas de deportes para hacer más justos los resultados. En otras palabras, llevaron a su terreno a sus competidores, dejaron a un lado, reitero, la dizque competencia y se resaltó lo verdaderamente importante: los talentos panameños en las diferentes disciplinas deportivas.
Esto es muy rescatable e importante porque además de los Premios del Diez Deportivo de Panamá América, no había en televisión un reconocimiento real al talento deportivo de este país, que tiene como sus grandes enemigos a las dirigencias y que ellos, con grandes sacrificios, salen adelante.
Alexandra Mezquita y Nino Mangravita no lo pudieron haber hecho mejor. Se veían bien, divertidos, profesionales. David Samudio, Roberto Rivera y David Salayandía no transmitieron competencia entre ellos y se limitaron a hacer un buen trabajo. Cada uno de los premiados demostró humildad. La humildad que demuestra los que son grandes de verdad.
Gracias Cable Onda Sport por un show sencillo para televisión que aportó, que estuvo lejos de las dirigencias y que, estoy seguro, fue la génesis de lo que será la entrega de premios televisivos más importante del país. Ese debe ser su propio reto. ¡Bravo!