Haciendo Patria. Desde el 2008, Rafaela Piña se dedica a la venta de legumbres y otros productos, provenientes de la agricultura, en un pequeño puesto que tiene en San Miguelito, aunque no gana mucho en este negocio, éste le da el sustento diario para sobrevivir. "Con este trabajo que me da poco, pero es algo; no tengo que salir a las calles a pedir dinero", contundentemente manifestó Rafaela.

AMA SU TRABAJO

Según Rafaela, su trabajo es único y como ella misma dice: "Me gusta este trabajo, lo único que me gustaría es que el Gobierno destinara un lugar donde los revendedores de este tipo de mercancía pudiéramos llegar y comprar más barato para que entonces sí pudiéramos decir que tenemos una ganancia, no como ahora que solo sacamos para sobrevivir".

PENDIENTE DE TODO

Con la finalidad de ofrecer un buen producto a sus clientes, ella verifica cada día lo que hace falta, de esto dependerá su ida al mercado de abastos, donde se surte de todo lo necesario. "Hoy día los productos se han encarecido, antes tú podías comprar muchos productos por poco dinero, pero bueno, los tiempos cambian", recordaba Rafaela, quien siempre ha estado en contacto con la canasta básica porque tiene dos hijos que mantener.

PANAMA, SU SEGUNDO HOGAR

Para Rafaela dejar su querida tierra, República Dominicana, hace más de 20 años no fue fácil, pero gracias a Dios, Panamá le abrió las puertas a una vida mejor, ella está aquí con sus dos hijos y su madre, a quien no deja de asistir cada vez que puede.

DEDICADA

Aunque en ocasiones las circunstancias se vean un poco difíciles, Rafaela nunca se deja abatir y busca en qué trabajar.