Las personas discapacitadas, muchas veces, son más sensibles que las personas que no tienen ninguna discapacidad, así es que cuando vaya a tener una conversación con una persona que se encuentre en una silla de ruedas o muletas para caminar, tiene que tener ciertas consideraciones para que la conversación sea agradable y para no hacer sentir mal a esa persona por el problema que tiene. Siga estos consejos para que sepa cómo actuar en esos casos.
Cuando hable por más de unos minutos con una persona en silla de ruedas, siéntese en una silla para que esté al mismo nivel de los ojos de la persona con la que habla, eso facilitará la conversación.
No mueva la silla de ruedas ni las muletas fuera del alcance de la persona que las utiliza.
No empuje la silla de ruedas o andador sin preguntar primero al propietario si puede hacerlo.
No se apoye o recueste en la ayuda de movilidad (cambiar de silla de ruedas a muletas) de una persona cuando está hablando con ella.
No acaricie la cabeza de una persona en silla de ruedas o andador.
Cuando se refiera a una persona que tiene una discapacidad, haga referencia primero a la persona y después a la discapacidad. Use el término "persona con una discapacidad", en lugar de "persona discapacitada".
Si la persona habla muy despacio o batalla para entenderle, debe tener paciencia en lugar de tratar de hablar por ella.
Cuando sea necesario, puede hacer preguntas que requieran respuestas cortas o una señal o movimiento de cabeza.
Cuando quiera alguna información de una persona discapacitada, diríjase directamente a ella y no a sus acompañantes o intérpretes.
Las personas con deficiencia son personas como usted. Tienen los mismos derechos, los mismos sentimientos, los mismos recelos, los mismos sueños.
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