Tienen un punto a su favor, y bien ganado. Aunque se viva rodeado de situaciones de violencia en la ciudad capital, las costumbres y tradiciones panameñas son difíciles de desaparecer, especialmente en los niños que allí habitan. Así lo han demostrado Jaime Tailor y Joaquín Rodríguez, ambos docentes de la escuela Nicolás Pacheco, en San Felipe.

Tailor reveló que el secreto para que estos niños se integren a los grupos folclóricos está en explicarles que "lo nuestro" no se debe perder, ya que la música foránea está muy de moda. En tanto, Rodríguez indicó que la motivación debe estar en el mismo docente, pues así se le transmite esa pasión por lo panameño a esos pequeños que enloquecen con los aplausos de los espectadores.