Tremendo show que formó Pink junto a su perro en un restaurante de Beverly Hills. Todo se dio porque Pink empezó a llamar a su perro, el cual tiene una peculiar grosería por nombre. Las personas, niños y adultos que estaban en el restaurante pararon inmediato de comer, porque no podían creer lo que estaba sucediendo. Era tal el estado de Pink, que nadie se atrevió a callarla. Lo bueno es que Pink cambió de mascota.
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