El Barcelona cumplió el expediente en Sofía al ganar 0-2 y se jugará su clasificación para los octavos de final en el Camp Nou, donde deberá ganar al Werder Bremen, que ayer venció por la mínima al Chelsea, en la última jornada de la primera fase de la Liga de Campeones.
Al equipo azulgrana se le puso el partido de cara a los cinco minutos de juego, cuando Giuly recogió un balón suelto dentro del área y fusiló a Petkov con la diestra (0-1).
Sin embargo, el segundo tanto azulgrana se hizo esperar y el Levski empezó a creer que podía igualar el choque. Los búlgaros fabricaron varias llegadas, pero volvieron a fallar en los últimos metros.
Pero todo acabó con el 0-2: un disparo de Deco que Petkov no acertó a atajar y que Inesta remachó al fondo de la red. Faltaban 25 minutos para el final pero, esta vez sí, el encuentro se había acabado.
El Levski bajó los brazos y dejó de presionar la creación azulgrana, y los hombres de Rijkaard, acostumbrados últimamente a dosificar esfuerzos en cada partido, se encontraron jugando a placer ante un rival desfondado que había tirado definitivamente la toalla.
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