Un mes después. Muchas fueron la secuelas que quedaron en los sobrevivientes y gran dolor en las familias que perdieron a su seres queridos en el accidente del 23 de octubre en el bus 8B-06 de la ruta Mano de Piedra - Corredor.
Mitzila es una de las personas que ha tenido que vencer el miedo y el dolor para poder ayudar a sus hijos a superar los traumas que les quedaron después que tuvieron que salir por una ventana de este autobús para salvar sus vidas junto a su padre.
Esta humilde madre contó que Rachel e Isaac han cambiado mucho su comportamiento, por ejemplo la niña, no pone atención en la escuela. "Durante este mes he tenido que gastar mucho en taxi, porque los niños no aceptan subir a los buses y menos los del corredor", dijo Mitzila.
En cuanto a Isaac, el asunto es más difícil, tiene dos años y luego de este suceso no se atreve a salir solo, ni siquiera a la vereda, es más, no quiere hablar con nadie, sólo a los que conoce. Por su parte, Patsy Arcia, sicóloga del Dirección Metropolitana de Aseo (DIMA), quien atiende a los dos niños, dijo que necesitan un tratamiento bastante largo y junto con los padres, porque todos están afectados y si no se hace un tratamiento, cuando los niños crezcan tendrán muchos problemas, entre ellos el miedo a la oscuridad, entre otros.
TRATAMIENTO
La niña fue sometida a exámenes para determinar el grado de afectación y poder tratarla.
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