Desde su nacimiento, las aves de corral, especialmente los pollitos, requieren de una alimentación balaceada. Nosotros, en busca de decirles cómo puede usted cuidar mejor a sus mascotas, conversamos con la señora Diana Vega, de Melo, Río abajo, y ella nos explicó que los alimentos para estos animalitos deben ser ricos en proteínas para que la cría sea exitosa.

Vega menciona que el alimento viene molido y es una mezcla de soya, maíz, melaza y grasa; actualmente tiene un precio que parte de B/.1.45.

En la dieta de estas aves podemos distinguir tres tipos de alimentos: los que les sirven para desarrollarse y poner huevos (proteína); los que les proveen de energía (grasas e hidratos de carbono); y los que sirven para prevenir enfermedades (vitaminas y minerales).

Un dato muy importante es que la entrevistada dijo que durante la primera semana de vida se les debe vacunar contra la viruela y el Newcastle, para evitar complicaciones de salud. Luego, hay que colocarle antibióticos y vitaminas para evitar complicaciones como el moquillo.

Otra dato que no se debe olvidar es que en el tercer mes, puede añadir a su dieta productos diversos como verduras, lombrices, restos de comida, cereales, pastos e insectos. A partir del quinto mes, si quiere que las gallinas pongan huevos, tendrá que darles diariamente a las gallinas 100 gramos de comida, de los cuales, 15 gramos tendrán que ser de proteína, esencial para el buen desarrollo de los huevos.

Por otro lado, el calcio y el fósforo son fundamentales para que las gallinas tengan huesos fuertes y sus huevos desarrollen su cáscara con normalidad. Para ello, es buena idea moler cáscara de huevo y dársela de comer a las gallinas.

ILUMINACION Y AGUA

Durante ocho semanas verá crecer progresivamente a los polluelos. Los primeros días necesitarán calor, como mínimo, 32 grados, deben instalarse bombillos para que los pollos puedan desarrollarse rápidamente por lo menos las dos primeras semanas.

El agua es fundamental para su crecimiento. Cinco gallinas consumen, aproximadamente, entre un litro y un litro y medio de agua. No debe faltarles este líquido fundamental, por eso los bebederos deberán estar siempre llenos.

El corral debe estar limpio y bien ventilado. En la tercera y cuarta semana es buena idea cercar un pequeño terreno que pueda servir para que los pollitos paseen y tomen el sol.