José María Gutiérrez, "Guti", asumió su capitanía con autoridad, dedicó su gol al lesionado Raúl y salvó del caos al Real Madrid, en un partido donde el Olympique de Lyon defraudó, perdonó en demasía y perdió la ocasión de exhibir en un gran escenario la notable evolución del fútbol francés en Europa.
Luxemburgo acabó silbado por la grada. El cambio de Salgado por Beckham, a diez minutos del final, irritó al público del Bernabéu, que pidió su dimisión. Fue un cambio conservador, que va a abrir posiblemente una fractura seria entre el técnico y el aficionado. La cara del partido fue "Guti"; la cruz, Robinho, que sigue fuera de cobertura.
El Lyon estuvo irreconocible. Se pudo ver una vez más la capacidad para intimidar que tiene el estadio Bernabéu en Europa, aunque empatara al final.
De entrada, Salgado se quedó en el banquillo, fue el único que pagó los platos rotos del batacazo ante el FC Barcelona. Diogo, su sustituto, no demostró nada. Así que Luxemburgo no debe crearse debates en su mente la próxima jornada.
EL CAMPEON VIVE
El Real Betis no logró en Anfield la difícil tarea de doblegar al Liverpool, aunque el once sevillano dijo adiós a la "Champions" con la cabeza alta, al contener con un 0-0 las numerosas embestidas del campeón europeo. Este empate sin goles y la victoria del Chelsea sobre el Anderlecht, bastan para asegurar el billete a octavos.
ASEGURO SU PASE
El Chelsea, estimulado por el tempranero gol del atacante argentino Hernán Crespo, cerró su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones, tras batir 2 a 0 al Anderlecht belga. El conjunto inglés mantiene intactas todas sus aspiraciones, incluida la de ser primero de su grupo, objetivo que se jugará en Londres ante el Liverpool en la última jornada.
SUPERARON LOS NERVIOS
El Schalke 04, del panameño Kevin Kuranyi, goleó por 3-0 al PSV Eindhoven, tras haber superado un comienzo en el que dio claras muestras de nerviosismo. En los primeros minutos, el Schalke fue bastante conservador en su planteamiento como si no quisiera correr riesgos en la ofensiva, sin que la primera llegada abriera el marcador.
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