A pesar de que sus pasos son lentos, aún tiene fuerzas para ir al parque y al mercado de Santiago. José Andrés Pérez está por cumplir los 100 años de vida, y no pierde la esperanza de tener una casa para vivir cómodamente junto a sus familiares en sus últimos días.
Don Andrés es considerado como el más viejo de la ciudad de Santiago, y cuando sale de su humilde choza, en la barriada Don Bosco, lo hace para conversar con la gente de cualquier tema o para hacer algún trabajo que le represente llevar algo de comida.
"En estos 100 años de vida, nada ha sido fácil; porque mis condiciones económicas son muy precarias, tanto para mí como para mis hijos", confesó el señor Pérez.
Destacó que la situación cada día es más difícil, pero que hay mejores oportunidades que deben ser aprovechadas por la juventud. "Ellos siempre piensan que las cosas nunca van a terminar", dijo.
Afirmó que cada día que transcurre, le da gracias a Dios por permitirle vivir para ayudar a sus hijos y nietos, aunque manifestó que hay días que siente que se le acaban las fuerzas.
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