Tiene un don. Desde las cinco de la mañana, Eleuterio Lasso se levanta a picar cebollas, repollo y a salcochar las salchichas, actividad que ha sido su sustento durante los últimos 12 años. Él tiene un carrito de "hot dog", que puede ser encontrado en la Plaza Porras.

EL SECRETO DE SUS "HOT DOGS"

La mayoría de los vendedores tienden a colocar solo sal a la salchicha explicó Lasso, pero él las condimenta con cilantro, cebollas, caldo Rika y tomate, así las prepara y les elimina lo simple del producto.

En cuanto a las chichas, las prepara naturales y concentradas. Hay algunas que las endulza con raspadura. Agregó que es enemigo de esos inventos de echarle cereal y otros ingredientes que le quitan la originalidad de la venta.

HA BAJADO EL NEGOCIO

Cuando se inició con una carretilla alquilada, el negocio florecía tanto que en menos de un año hizo lo suficiente para comprar la suya y emprender la aventura de microempresario. Pero a medida que fue pasando el tiempo, las ganancias bajan, por lo que tuvo que aumentar el precio de los alimentos, perdiendo clientes, que tuvo que recuperar, poco a poco, con el buen trato y su amabilidad.

ORGULLOSO DE SU TRABAJO

Actualmente, Eleuterio Lasso mantiene a sus padres con lo que recoge y al mismo tiempo se entretiene, pues, según él, es demasiado activo para mantenerse en casa.

Él aconseja a todos los que tienen deseos de tener su propio negocio que lo intenten; no hay nada mejor que el progreso humano y saber que gracias a su esfuerzo se puede logra lo inimaginable.

TALENTO

La buena cocina es un arte y los clientes la inspiración del cocinero.