La ministra francesa del Presupuesto y de las Cuentas Públicas, Valérie Pécresse, anunció hoy un endurecimiento de los controles contra la evasión fiscal y puso a Panamá como ejemplo de Estado no cooperativo en ese ámbito.
Pécresse, en un discurso sobre el fraude fiscal, indicó que ha pedido a su administración que "vigile escrupulosamente la aplicación de medidas de retorsión para los Estados no cooperativos" con "controles fiscales selectivos".
"Por ejemplo -añadió- las empresas que pagan remuneraciones en Estados no cooperativos, como Panamá, ahora tienen que pagar una retención a un tipo del 50 %. Hay que ver que esa obligación se respeta".
Recordó que, en el marco de la acción en el seno del G20 contra los paraísos fiscales, Francia ha firmado 36 convenios de intercambio de información fiscal con otras tantas jurisdicciones, pero subrayó que "en la lucha contra el fraude fiscal, no hay espacio para la ingenuidad. Por ahora, considero que su efectividad no está suficientemente garantizada".
Se quejó en particular de que "los elementos que hay que reunir para interrogar las administraciones fiscales de esos países son cuantiosos, y la reactividad de esas administraciones insuficientes".
Para ilustrarlo, la responsable de la política fiscal francesa relató que en los ocho primeros meses de 2011, Francia ha lanzado 230 demandas a 18 Estados, entre los que citó Andorra, Suiza, Liechtenstein, Malta y Jersey, y sólo se ha recibido respuesta al 30 por ciento.
"Mientras esos convenios no produzcan efectos plenamente, tenemos que contar en primer lugar con nuestra capacidad de control nacional", advirtió antes de avanzar que propondrá en el proyecto de presupuestos que el plazo de prescripción por la no declaración de intereses domiciliados en el extranjero pase sistemáticamente a diez años, en lugar de tres para todos los países.
La razón es que aunque "las firmas de convenios han reducido el número de paraísos fiscales sobre el papel, sin garantizarnos sin embargo la cooperación efectiva de los Estados firmantes".